En abril de 2003, José María Gutiérrez Guti ponía fin a su tempestuoso matrimonio con Arancha de Benito. Se les llegó a denominar los «Beckham españoles», pero la pareja no superó sus sucesivas crisis. La supuesta vida loca de Guti pudo estar detrás de aquel sonado divorcio. Pero años más tarde una modelo argentina se cruzó en el camino del ex jugador del Real Madrid y le puso firme.
«Cuánta tristeza y dolor me supone saber que no les quiere»
Aunque hace casi 15 años que Guti y Arancha pusieron fin a su relación, la tensión sigue presente entre ambos. Hace pocos meses, la modelo y presentadora publicaba un mensaje en sus redes sociales en el que acusaba a su ex marido de no ocuparse adecuadamente de sus hijos además de sugerir que su actual esposa tampoco ponía mucho de su parte para reconducir el asunto.
Acto seguido, tanto Guti como Romina subían sendos mensajes a sus redes contestando a Arancha. «Sé selectivo en tus batallas, a veces tener paz es mejor que tener la razón», decía la modelo argentina en clara alusión a las críticas de la ex mujer de su marido.
A pesar de esas batallitas que la pareja mantienen con Arancha, Guti y Romina llevan seis años haciendo gala de una excelente relación. Fue el 11 de noviembre de 2011 cuando el por aquel entonces futbolista del Besiktas se encontró con Romina. Fue un flechazo para el centrocampista de 35 años que apuraba sus últimos días como futbolista profesional. Tanto es así que justo cuatro días más tarde de conocer a Romina, Guti firmaba su finiquito como jugador del club de Estambul y colgaba las botas definitivamente a pesar de contar con algunas ofertas para volver, incluso, a la Liga española.
La zurda exquisita que no llegó a explotar
No cabe duda que el de Torrejón ha sido uno de los jugadores de más talento que ha vestido los colores del Real Madrid en las últimas décadas. Una zurda mágica capaz de jugadas increíbles como aquella asistencia de tacón a Benzema en un partido contra el Deportivo que ha quedado para los anales del fútbol. Pero Guti, también es cierto, podía haber dado mucho más. Su vida algo disipada fuera de los terrenos de juego pudo influir para que el madrileño no tuviera la continuidad que su talento merecía.
Cuando Romina Belluscio apareció en su vida, el ya ex futbolista pareció centrarse definitivamente. Tuvo un hijo con la modelo nacida en 1979 en San Miguel de Tucumán y empezó a prodigarse en el mundo de la televisión.
Dueño de un patrimonio inmobiliario considerable (hasta 12 propiedades) en los últimos años ha iniciado su carrera como entrenador. De momento está en el Juvenil A de su querido Real Madrid, pero no cabe duda de que su objetivo está más arriba. Tal vez en unos años le veamos, de nuevo, en el Bernabéu, pero esta vez en el banquillo. Y seguro, bajo la atenta mirada de Romina.
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