A finales del año pasado, el ex barcelonista y la modelo libanesa anunciaban que, por fin, se iban a casar. Todo el mundo esperaba un bodorrio este verano, pero Cesc y Daniella celebraron su enlace de forma íntima y casi secreta en mayo en Inglaterra. Esto no podía quedar así y los recién casados organizaron una mega fiesta en Ibiza con cientos de invitados. Por supuesto, no faltaron Messi y Antonella, amiguísimos de la pareja.
7 años y 3 hijos después, Cesc y Daniella decidieron que era el momento para casarse. Quién les iba a decir que aquel encuentro de 2011 en un restaurante japonés terminaría de una forma tan feliz. Recordemos que Daniella estaba casada con un magnate libanés y tenía dos hijos. La modelo se acercó a Cesc para hacerle un favor a una amiga demasiado vergonzosa. Pero la química se activó y a Daniella se le olvidó su amiga cuando se puso a hablar con el jugador que militaba por aquel entonces en el Arsenal. El tonto de Cesc, como le denominaría más tarde el ex marido de Daniella, flechó a la modelo libanesa. Ya no hubo marcha atrás.
De la boda secreta a la megafiesta ibicenca
A finales de año, Cesc y Daniella confirmaban que 2018 era el año elegido para pasar por el altar. Pero todo el mundo se sorprendió cuando el jugador del Chelsea anunció en sus redes sociales que se había casado… en mayo. Se esperaba que el futbolista y la modelo celebraran una boda como Dios manda, con photocall, desfase y desfile de cientos de invitados. Pero no. Lo hicieron a su manera y sin que la prensa se enterase.
Pero esto no podría terminar así y los recién casados organizaron hace unos días en Ibiza la fiesta posboda. Y por allí han desfilado muchos famosos. Los invitados más buscados, por supuesto, fueron Messi y Antonella, amigos íntimos de la pareja y que pasaron por el altar el año pasado. También estaban muchos otros ex compañeros de Cesc en el Barcelona y sus respectivas parejas, como Busquets y Elena Galera, Puyol y Vanessa Lorenzo, Jordi Alba y Romarey Ventura, así como otros futbolistas o ex futbolistas como Terry, Rosicky, Henry, etc. Un fiestón de los gordos, vaya.
De alguna manera, esta fiesta puede poner el punto y final a muchas vacaciones, ya que la mayoría de jugadores deben incorporarse a los entrenamientos de sus clubes en las próximas fechas, si no lo han hecho ya. Cesc, Daniella y familia volverán también a Londres, donde al catalán solo le queda un año de contrato con el Chelsea. Asentados en la capital británica, el de Arenys de Mar confía en que no sea su último año con los blues.