Estuvieron juntos durante 11 años, pero desde 2015 pusieron fin a su matrimonio. A pesar de las primeras tensiones que surgieron entre ambos, ahora mantienen una cordial relación de la que se benefician los dos hijos que tienen en común. Melissa Klug ya no guarda rencor a Farfán y disfruta de su soltería alentando siempre que puede a sus numerosos fans en redes sociales.
La historia de Melissa Klug podría ser la de una telenovela de éxito. Y es que con solo 19 años ya tenía 3 hijos (de dos padres diferentes) y empezaba una nueva relación con un tercer hombre que resultó ser una de las grandes estrellas del fútbol en su país. Así las cosas, a Melissa le tocó bregar desde muy joven, concretamente desde que tenía 15 años y dio a luz su primer retoño. Tuvo que abandonar el colegio religioso en el que estaba y terminar los estudios en otra institución.
Y con solo 17 años, Melissa se enamora del primer futbolista de su vida: Abel Lobatón, un trotamundos del fútbol que llegó a jugar durante unos meses en el Marítimo de Portugal, como equipo más destacado. Fruto de este fugaz matrimonio, nacieron dos niñas. Poco después llega a su vida un segundo futbolista, en este caso toda una súper estrella en Perú.
Fue en 2005 cuando los caminos de Melissa y Jefferson se cruzaron. El delantero limeño acaba de dejar Perú para firmar por el PSV Eindhoven, cimentando una larga carrera en Europa, centrada en dos clubes: el mencionado club neerlandés y el Schalke 04, a donde llegaría en 2008, permaneciendo nada menos que siete temporadas en el club germano.
La relación entre Melissa y Farfán fructificó y aunque no pasaron por el altar, se convirtieron en una de las parejas más mediáticas de Perú. Dos hijos más llegaron a la numerosa familia de Melissa que, no obstante, nunca dejó de lado sus labores profesionales.
Así, la modelo y empresaria peruana ha promocionado un negocio de belleza denominado Gucóss Nails, además de trabajar para la productora televisiva MK Producciones. Y en los últimos tiempo, Melissa ha reforzada su presencia en redes sociales (con casi un millón y medio de seguidores en Instagram) erigiéndose en una poderosa influencer e imagen de marca.
Fue en 2015 cuando Melissa puso punto y final a su relación con Farfán. La gota que colmó el vaso fue el comportamiento «inmaduro» del delantero, junto a otros compañeros de selección como André Carrillo (ahora saliendo con la televisiva Suhaila Jad), en una boda que terminó de forma algo accidentada. Tras la polémica inicial, las aguas han vuelto a su cauce y Jefferson y Melissa mantienen una relación cordial por el bien de sus hijos, aunque ya no sean pareja.