Se han convertido en una de las parejas más mediáticas de la liga española y el anuncio del embarazo viene a confirman que tenemos Isco y Sara para rato. La actriz tinerfeña y el centrocampista andaluz del Real Madrid serán papás en 2019. Mientras Isco no termina de carburar esta temporada con su club, le llegada del pequeño añadirá mucha felicidad (y algo de estrés) a la pareja en los próximos meses.
¡Cuántas cosas han pasado en la vida de Isco y Sara en el último año y pico! A finales de 2017 arreciaban los rumores sobre una nueva pareja para el ex Málaga una vez que se confirmaba que no había posibilidad de reconciliación con Victoria Calderón, madre de su —hasta ahora— único hijo. Mientras se descartaba también a Carmen Muñoz, una modelo y amiga de la infancia del futbolista y a Estefanía Cárdenas, otra chica con la que posó en redes sociales, todo el mundo empezó a indicar que era la actriz Sara Sálamo la que se había ganado el corazón de la perla madridista.
Su presentación en sociedad en el palco del Bernabéu fue la confirmación de que la tinerfeña era la nueva novia de Isco. A Sara no le costó nada acudir al estadio del Real Madrid pero sí aceptar su nueva condición de WAG. Feminista y animalista, no concebía que parte de la prensa se ocupase de ella por ser novia de un futbolista famoso, en vez de por su profesión.
Y así se lío la manta a la cabeza y comenzó una cruzada contra todos aquellos que —según ella— “la calumniaban” tanto a ella como a su novio. Incluso llegó a enzarzarse en cruces de declaraciones con usuarios de redes sociales con frases lapidarias —y no exentas de sentido como— “¿alguien que trabaja en el Mercadona es mejor persona que un deportista?”.
Pero, a la postre, Sara pecaba, en nuestra opinión, de un poco de inocencia, algo difícil de entender viniendo del negocio cinematográfico en el que la relación con la prensa, a menudo difícil, también es básica para vender el producto. El deporte profesional de élite también es un producto y necesita a la prensa, incluso a la del corazón, para ser vendido.
De cualquier manera, Sara parece haberse relajado un poco, y ya no se mete en muchos berenjenales, al menos que nosotros sepamos. Tras alguna polémica con su novio por su oposición futbolística (ella es del Atleti y él juega para el eterno rival), la relación entre ambos parece ir viento en popa mientras, paralelamente, el jugador pierde fuelle alarmantemente en su club.
Pero la vida es algo más que triunfar en el trabajo, ¿no? Sara e Isco tienen unos meses por delante para tomárselo con calma y recibir el mayor triunfo de todos: un hijo.