“Para Rusia con amor”. En la historia de Maura Rivera y Mark González siempre habrá un hueco para ese país en el que vivieron las primeras etapas de su relación. Y es que el actual jugador del Magallanes dejó la Liga española en 2009 para fichar por el CSKA de Moscú, meses después de conocer a Maura. Entonces, la bailarina tuvo que tomar una decisión, y eligió el amor.
“Tuve que dejar aparcada mi carrera pero no me arrepiento absolutamente de nada”. En una entrevista, Maura admitía que no fue sencillo recorrer miles de kilómetros de distancia y cambiar Chile por Moscú para estar al lado de un chico con el que no llevaba demasiado tiempo de relación. Maura tuvo que decidir entre su carrera profesional y Mark y optó por lo segundo.
Maura Rivera tenía una sólida carrera a sus espaldas cuando partió rumbo a Moscú. Había comenzado en Canal 13 bailando hasta que en el 2002 logró un puesto en el concurso de TVN Rojo: fama contrafama. Y así fue, su fama se disparó. Desde aquella participación no dejó de trabajar dando el salto a la conducción de programas. En 2012 fue jurado de Fiebre de Baile en Chilevisión: su último programa antes de parar su carrera durante unos años.
Fue en un fin de semana en París cuando la vida de Maura vivió otro importante cambio. Dicen que la relación con Mark estaba empezando a complicarse. La bailarina se sentía sola en sus largas temporadas en Rusia. Fue entonces cuando el ex Betis, Real Sociedad y Liverpool tomo el toro por los cuernos: se llevó a su novia a París, se arrodilló y le propuso matrimonio.
En el fútbol nada es eterno. Maura sabía que, tarde o temprano, podría volver a Chile y retomar su profesión. Mark dejó Moscú en 2015 y la familia —incluyendo a los pequeños Mark y Luciana— pusieron rumbo a Chile. Era el momento para que Maura recogiese los frutos que había plantado años atrás. Y aunque Mark tuvo alguna breve estancia en Brasil, la familia ya no se ha movido de su Chile natal. Maura Rivera vuelve a brillar en televisión gracias a su reaparición en Rojo: el color del talento, un talent show en el que la bailarina ejerce de coach.
Y, además, Maura también tiene tiempo para erigirse en líder feminista: tras las críticas por una foto de su Instagram en la que, supuestamente, enseñaba “más de la cuenta”, la bailarina tiró con bala: “Porfa, basta de ser tan reprimidas, machistas y cartuchas, país libre señoras, (…) estamos tratando de cambiar y respetar a nuestro género con marchas y eslogan, practíquenlo también, soy mamá y esposa, pero jamás dejaré de ser mujer”. Pues eso.
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