Se conocieron cuando el técnico francés entrenaba a la Roma, ciudad en la que trabajaba Francesca Brienza. Y la relación se ha fortalecido con los años hasta provocar que la actriz, modelo y periodista italiana hiciera las maletas para irse junto a su pareja de regreso a Francia. Ya en Lyon, donde entrena ahora García, Francesca sigue viviendo con pasión su trabajo y su nueva vida.
“A Rudi lo comparto con sus jugadores”, decía Francesca en una entrevista de L’Equipe. Que el diario deportivo francés, tal vez el más popular del Europa por el hecho de conceder el Balón de Oro, te haga una entrevista no es un asunto baladí. Y es que la Brienzina —como se la conoce popularmente— es una mujer de armas tomar con mil proyectos.
No ha debido ser fácil para una mujer así tener que cambiar de residencia. Francesca vivía en Roma cuando Rudi García se cruzó en su camino. El entrenador francés de padre español había llegado a Italia para entrenar a La Roma después de varias temporadas en el Lille. El éxito del técnico con un club relativamente modesto en comparación con el PSG, el Marsella o el Lyon catapultó a Rudi que emigró a la Serie A para entrenar a uno de los históricos de Italia.
Fue allí cuando entró con contacto con Francesca, modelo, actriz y periodista nacida en la capital de Italia en 1986. Aunque la Brienzina tiene un título en Ciencias del Patrimonio Cultural no tenemos constancia de que haya ejercido mucho de ello pese al orgullo que siente por su título: recientemente publicaba una foto en su Instagram recordando el momento en el que recibía su diploma: “Finalmente, tres años y medio de intenso y desesperado estudio recibieron el reconocimiento”.
Y es que la Brienzina, como muchos romanos, tiene un sentido del humor muy intenso y un desparpajo que la ha llevado a infinidad de proyectos… al margen del Patrimonio Cultural. De hecho, mientras aún estudiaba se presentó a varios certámenes de belleza llegando a competir por Miss Italia. Era el año 2006, y esa competición le abrió las puertas de los medios de comunicación y de la interpretación. Tras aparecer en varias series de televisión logró trabajo en Roma Channel en 2012 y pronto se vio que también tenía madera para la conducción de programas.
Hace unos años llegaba su gran oportunidad en el programa deportivo Tiki Taka de Mediaset Italia lo que catapultaba su fama. Fue merced a esta vinculación con los deportes como conoció a Rudi García que entrenó en Roma hasta 2016. Divorciado y con tres hijos, el entrenador francés rehízo su vida al lado de la Brienzina. Tras estar tres años en Marsella, García ha vuelto a probar las mieles del éxito en Lyon donde llegó a jugar las semifinales de la Champions League tras vencer a la Juve y al City. Y siempre con Francesca como su fan número 1.