«La razón por la que siempre está lesionado es porque tenemos sexo entre 7 y 10 veces por semana (…) No me gustan los preliminares, prefiero ir al grano. Me gusta estar encima para poder llevar el control».
Melissa Satta siempre será ‘recordada’ por estas declaraciones en relación a su pareja Kevin-Prince Boateng. Boutade o no, la presentadora, actriz y modelo italiana encendió la mecha y ahora es difícil imaginar a la pareja si no es en la cama.
También pudo tratarse de un capote, teniendo en cuenta que la trayectoria de Boateng en el Milan, con cesión incluida al Schalke 04, no terminaba de fructificar, lastrada por las lesiones… y algo más. Kevin-Prince no llevó bien la fama y se dedicó a dilapidar su dinero entre fiesta y fiesta. Su llegada a Las Palmas el pasado verano fue descrita por el propio jugador como un intento de reconducir su carrera deportiva.
De Vieri a Boateng, pasando por Coco
Melissa Satta, de padres italianos, nació en Boston en 1986. Alternó Estados Unidos e Italia en su juventud. Estudió Comunicación en una universidad privada estadounidense pero no hay evidencia de que lograra graduarse.
Paralelamente, inició su carrera como modelo a los 16 años ganando varios concursos de belleza. En 2005 comenzó a colaborar en la televisión italiana, trabajo que, a la postre, le daría la fama que tiene hoy en día.
Striscia la notizia, Controcampo, Kalispera, Tiki Taka… La lista de programas de televisión en los que ha colaborado, tanto como invitada como presentadora, es muy larga. Melissa no paró de trabajar, pero entre tanto tuvo tiempo de conocer a Christian Vieri. El ex del Atlético, entre otros muchos equipos, apuraba el final de su carrera cuando conoció a la modelo, que por aquel entonces tenía poco más de 20 años y ya había estado relacionada con Coco, ex del Barça.
Fue un noviazgo de gran repercusión en Italia, incluyendo portadas de la pareja en prestigiosas revistas como Vanity Fair Italia. Pero finalmente Melissa Satta rompió la relación alegando infidelidad. Se dice que el internacional transalpino se dejó seducir por Sara Tommasi, una ex de Ronaldinho.
A pesar de que en sus relaciones pintaron bastos, Melissa no se olvidó de los futbolistas. La modelo conoció a Kevin-Prince Boateng durante la estancia del delantero de origen africano en Milán. El jugador por fin sentó la cabeza y la modelo se olvidó de sus ex novios. Tuvieron un hijo y el año pasado pasaron por el altar.
Con 2.8 millones de seguidores en Instagram, Melissa Satta es toda una celebridad en su país. Su blog convertido en web informa sobre su vida, tanto personal como profesional, así como sus labores de caridad. Toda una WAG de pies a cabeza.
