No es el guión de un culebrón, es la vida misma. El triangulo que forman los futbolistas Maxi López y Mario Icardi y la modelo y empresaria Wanda Nara sigue deparando sorprendentes titulares varios años después de que estallase el escándalo.
Para aquellos que no recuerden esta historia, os la resumimos: Maxi López y Wanda Nara eran pareja cuando alojaron en su casa de Génova a un jovencísimo Mario Icardi que llegaba a la ciudad para incorporarse a la Sampdoria. Los tres hicieron gran amistad. Lo que no sabía Maxi es que, años después, su mujer (y sus tres hijos) lo iban a abandonar para irse con su compañero de piso. Finalmente, Wanda se divorció de Maxi en 2013 y al año siguiente se casó con Mario. Y al bueno de Mario no se le ocurrió otra cosa que lanzar una autobiografía (con apenas 22 años) en la que repasaba con pelos y señales cómo comenzó la relación con Wanda… Para Maxi fue la gota que colmó el vaso.
Así las cosas, el trío parecía haberse dado un respiro en los últimos tiempos. Incluso, Maxi López, actual futbolista del Udinese de la Serie A, declaró hace tiempo que le gustaría hablar con Mario para zanjar de una vez por todas estos años de polémicas a través de medios de comunicación y redes sociales.
No creemos que este arreglo se pueda dar, si nos atenemos a las consecuencias de la demanda que La Gallina puso en 2015 y cuyo juicio tendrá lugar en Milán en noviembre (la justicia italiana nunca se ha caracterizado por su rapidez en los procesos).
Efectivamente, hace dos años, en plena guerra Maxi-Wanda, el ex del Barça demandó a la vedette por «tratamiento ilícito de datos privados.» Según parece, Wanda habría publicado en sus cuentas de Facebook y Twitter la dirección del domicilio, el email y el número de teléfono de su ex marido. Fue una de tantas puyas entre ambos.
Ni Maxi, ni Wanda, ni mucho menos Mario (que publicó un libro y todo) hicieron el más remoto caso a esa máxima que dice que ‘los trapos sucios se lavan en casa’. Al contrario, el trío aireó sus miserias a los cuatro vientos convirtiéndose en la comidilla de la prensa argentina e italiana durante años.
Lo que no sabíamos (suponemos que Maxi, sí) es que esa demanda de 2015 seguía su curso, lo que puede suponer un nuevo choque de trenes entre los protagonistas de este culebrón.
Por el momento, Wanda Nara no parece demasiado preocupada por la demanda. Su marido y representado (la vedette creó una empresa para representar al actual delantero del Inter), es uno de los futbolista más en forma de la liga italiana y ha empezado a entrar en los planes de Sampaoli con la selección. Y Wanda acaba de sacar una línea de ropa: Wanda Nara Collection. Suponemos que la vedette habrá delegado la demanda en su abogado que tendrá bastante trabajo en las próximas fechas.
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