Se define como una mujer que “vive y muere por su familia”. Y es que Carla Pardo lleva década y media al lado del capitán de Chile y todavía jugador del Manchester City. Probablemente a su pesar, muchos aficionados al fútbol la conocieron cuando usó sus redes sociales para opinar sobre las causas que habían llevado a Chile a quedar fuera del Mundial 2018: “algunos se iban de fiesta y no entrenaban de la borrachera que llevaban”.
No será la primera ni la última mujer que la lía en redes sociales al opinar sobre los entresijos de la profesión de su pareja. Lo que hizo Carla Pardo ya lo han hecho otras WAGs antes que ella: hablar de fútbol como cualquier otro aficionado. El problema es que Carla es parte interesada, al ser la mujer de un futbolista famoso, y sus palabras tienen muchísima más repercusión que lo que diga una persona en la barra de un bar.
Acusar de “borrachos” a varios compañeros de profesión de tu marido es un asunto muy serio que no ayuda a nadie. Suponemos que la propia Carla se daría cuenta de ello tras su incendiario mensaje de octubre de 2017. Todo sucedió tras quedar Chile fuera del Mundial 2018 después de fracasar en las Eliminatorias Sudamericanas. Y eso que Chile venía de conquistar dos Copas América ante Argentina.
“Se iban de fiestas e incluso no entrenaban de la borrachera que llevaban y otros se pelaron el culo (…) A quien le quepa el sombrero que se lo ponga y que se deje de estar llorando”.
Carla no midió bien aquella pataleta porque el primer señalado de todos fue su propio marido. ¿Cómo iba Carla a saber si un futbolista llegaba o no borracho a entrenar? Ese tipo de situaciones —más habituales en el fútbol de lo que pueda parecer— siempre se tapan, sobre todo por la prensa. Y si un jugador no entrena se inventan una excusa tipo “estuvo haciendo trabajo muscular en el gimnasio”.
Pero si Carla sabía que había jugadores fiesteros es porque alguien se lo dijo… es decir, su marido. La tormenta que se desató Carla fue tal que su marido dejó la selección con una excusa de los más ambigua: “Solo me preocupaba algo que para mí era muy importante: mi preparación y trabajo”.
Y aunque en las últimas fechas parece que Bravo, después de año y pico fuera de la Roja, estaría preparando su vuelta, a Carla Pardo, suponemos, no le quedaron más ganas de sacar trapos sucios sobre los compañeros de profesión de su marido.
Juntos desde el año 2000, cuando Claudio tenía 18 y Carla 14, se casaron en 2006. Hoy son familia numerosa —tienen 4 hijos— y viven en Manchester: a Claudio le resta un año más de contrato con el City.
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