Influencer, blogger y personal shopper, Marisa Ponciano es una de las WAGs más guapas del Athletic de Bilbao. Desde 2010 sale con Iago Herrerín, portero del conjunto vasco, en los últimos tiempos a la sombra de Kepa, pretendido por media Europa. Pero a Marisa le da igual que su novio sea titular o no, lo suyo es disfrutar de la vida.
Tras encontrar un hueco en Lezama, la inagotable cantera del Athletic de Bilbao, Iago Herrerín supo pronto que triunfar en el club vizcaíno no es tan sencillo: son muchos los candidatos y son cortas las plantillas. Cuando con 18 años Iago tuvo que abandonar el Athletic, luchó para, tarde o temprano, volver a casa. Tras pasar por el Barakaldo y el Baskonia, el Atlético de Madrid llamaba a su puerta. Tampoco estaba mal irse a la capital para jugar en el conjunto de la ribera del Manzanares…
Pero la llamada del Atlético de Madrid no fue la única buena noticia que esperaba al bilbaíno en la capital. Allí conoció a Marisa, su actual novia, con la que ya lleva más de 8 años. Por aquel entonces no había alcanzado la mayoría de edad, pero se quedó prendada de aquel portero que luchaba por alcanzar la primera plantilla del Atleti. No pudo ser… lo del Atlético. Pero cuando se cierra una puerta, se abre una ventana, y el club de sus amores le volvía a hacer un hueco. Con 24 años regresaba a casa… aunque para ser cedido al Numancia. Y después del Numancia llegaría el Leganés.
Y es que lograr hacerse con la titularidad de la portería de San Mamés no es sencillo. Primero fue Iraizoz el que le cerró la puerta y ahora es Kepa, el arquero de moda en la Liga española, el que lleva a Iago al banquillo. Pero el bilbaíno espera su oportunidad mientras disfruta de minutos en la Copa o en las competiciones europeas.
Un verano recorriendo Estados Unidos
No sabemos lo que deparará esta temporada al bueno de Iago Herrerín, pero durante el largo verano marcado por el Mundial de Rusia, él y su novia Marisa no se han quedado quietos, como se puede ver a través de su crónica de viaje en redes sociales. Se han ido a Estados Unidos.
Primera parada: Nueva York. Foto con el Puente de Brooklyn y el Empire State, para que no nos confundamos de skyline. Luego bajamos al sur para darnos un chapuzón en Miami Beach. Y, de postre, la costa Oeste, con foto del Golden State de San Francisco y con el cartel de Hollywood en Los Ángeles. Es verdad que a Marisa no le podemos dar el premio a la originalidad en sus instantáneas, pero no nos podemos quejar porque nos sirven para disfrutar de su belleza y su eterna sonrisa.