Es cierto que a no debe ser difícil seducir a Ashley Cole, pero Kayla Collins llegó a vivir durante unas semanas con el jugador en 2011, justo después de separarse de su mujer y empezar una nueva vida como soltero de oro del fútbol inglés. Pese a que aquella historia no duró mucho, Kayla aumentó su fama en Europa y volvió a California con el deber cumplido. DJ desde hace unos años, Kayla Collins sigue enganchada a la buena vida como muestra siempre que puede en redes sociales.
Estábamos a principios de 2011 y Ashley Cole aparecía tanto en la prensa deportiva como en la del corazón. Su sonada separación de la cantante Cheryl aderezada con numerosos escándalos sexuales fue una bendición para la prensa británica acostumbrada a exprimir al máximo esta clase de sucesos. A pesar de los intentos por recuperar la relación, Cheryl terminó por abandonar el hogar que compartía con Ashley y este se quedó solo… Por poco tiempo.
No sabemos si fue antes o después de tener un encontronazo con las gemelas Howe, cuando Ashley empezó a salir con otra conejita Playboy: Kayla Collins. Modelo estadounidense de 24 años, tan solo tres años antes había aparecido en portada de la edición USA de la conocida revista lo que disparó su fama. Aquello fue algo más que un flirteo ya que Kayla llegó a trasladarse a Londres para compartir casa con el futbolista del Chelsea. No debía ser mal plan para ella: una nueva ciudad y una casa con nueve dormitorios y jacuzzi.
The Sun publicó por entonces una noticia en la que se señalaba lo “profundamente enamorados” que estaban y el hecho de que Kayla se había sentido muy triste por tener que pasar la Navidad separada de su nueva pareja. Pero como diría Calamaro, los labios más urgentes no tienen prisa dos besos después y menos de dos meses de convivencia y Kayla y Ashley ya había roto.
Pero la playmate no tenía la más mínima intención de abandonar Londres y no tardó ni una semana en liarse con Mark Wright, un participante del reality The Only Way Is Essex… amigo y fan de Ashley Cole: el chico incluso alardeaba de estar saliendo con la ex de su ídolo. Obviamente, esta bizarra situación no podía durar mucho pese a que Kayla se llegó a dejar ver en un estadio con la camiseta del West Ham United, club del que también era fan Mark Wright.
Una década más tarde de la aventura británica de Kayla Collins, la ex playmate vuelve a residir en Estados Unidos donde ha ido dirigiendo su carrera hacia la música: en su web se presenta como DJ aunque en sus redes hace tiempo que no sube contenido sobre sus espectáculos.
