Acostumbrados como estamos a que los futbolistas más famosos exhiban su vida privada a través de sus redes sociales, no de deja de sorprender lo que le ha sucedido a Marko Antonucci, joven futbolista de la Roma que permanecía cedido en el Vitoria de Setubal portugués: el extremo italiano habría sido fulminado de su club por sus fotos y su comportamiento en redes al lado de su novia, la influencer Ginevra Lambruschi. Conozcamos más de cerca a Ginevra para intentar entender este lío.
«El club, la gerencia, el equipo técnico y todo el personal entendieron que el comportamiento de un jugador que estaba cedido no era el que queríamos para el Vitoria«. Son palabras de Julio Velázquez, entrenador del Vitoria en el momento en el que se producía el final de la cesión de Antonucci. «El jugador tiene que ser jugador del Vitória de Setúbal 24 horas al día, por respeto al club, a los aficionados y a lo que representa». No sabemos si el ex técnico del Betis y Villarreal, entre otros, no se sintió técnico ‘las 24 horas’ porque a los pocos días de que su club se cargase a Antonucci, se lo cargaban también a él.
Lo cierto es que se rumoreó que el club portugués ya había dado el toque al joven jugador de 21 años cuando llegó a Setubal en enero de este mismo año. No trascendió cuál fue la razón de este toque de atención, pero se dice que el comportamiento de Marko fuera de los terrenos de juego, en especial por su actividad en redes, pudo estar detrás de la amonestación.
Y es que Marko Antonucci es un fiel usuario de Instagram y otras redes. Hasta se ha adherido a la plataforma memmo.me, una iniciativa de origen sueco dirigida a (más o menos) famosos que, por un módico precio, envían a seguidores videos con mensajes personalizados. El bueno de Antonucci ‘se vende’ por 15 euros el video. ¿Quién no querría un mensaje personal de este chico para presumir delante de los colegas?
Quizás fue su afición por las redes o quizás fue Ginevra Lambruschi, la novia del jugador de la Roma que lo acompañó durante parte de su estancia en Portugal, como dejó constancia en sus propias redes. Ginevra se presenta a sí misma como influencer y con sus 22 años y su rostro de porcelana algunos podrían decir que es de mentira. Pero no, debe ser de verdad.
Ginevra y Marko están enamoradísimos y así lo dejan claro con sus besos y abrazos en redes. ¿Razón para que te echen del trabajo? Suponemos que habría algo más, si solo se trata de unas fotos no creemos que haya justificación: en tal caso, Cristiano (por poner un ejemplo) no hubiera durado un suspiro en ningún club. Pero al menos todo esto nos ha servido para conocer a Ginevra… y saber que podemos pedirle un video a Marko por 15 euros de nada.
