«Sí, lo engañé». Poco después del controvertido divorcio entre Sylvie y Rafael, la modelo neerlandesa admitía haber sido infiel al futbolista dejando caer que era esa, y no otra, la razón de la separación entre una de las parejas más mediáticas en Holanda. Pero el ex madridista no tardó ni unos meses en encontrar pareja… en la mejor amiga de su ex mujer.
Son cosas que pasan. Tu mujer se lía con un piloto, tienen una relación a escondidas con él que incluye momentos íntimos sobre tu cocina, y cuando te enteras de todo, en una Nochevieja, montas en cólera y le propinas un puñetazo ante la turbación de todos los invitados. Y como venganza, meses más tarde te lías con su mujer amiga, con la que lloraba sus penas tras la separación que, además, para colmo, es la mujer de unos de tus compañero de trabajo. Son cosas que pasan… en los culebrones y en la vida de Sylvie Meis y Rafael van der Vaart.
Durante años fue una de las parejas más mediáticas no solo en su país, sino en media Europa. Cuando el futbolista de origen español llegó al Real Madrid toda la prensa celebró no solo el desembarco del técnico mediapunta neerlandés, sino también de su mujer, una de las WAGs más bellas del panorama futbolístico.
Pero la presencia de Van der Vaart en Madrid no fue exitosa para ninguna de las partes. El futbolista no consiguió mostrar su talento más que a cuentagotas y su mujer no tardó en recibir una muy mala noticia: tenía cáncer. Dos años más tarde de llegar a la capital de España, hacían las maletas rumbo a Londres, donde Rafael había encontrado acomodo en el Tottenham.
Pero por aquellos tiempos la relación entre ambos, casados desde 2005 y con un hijo en común, ya empezaba a hacer aguas, al menos si nos atenemos a las palabras de Sylvie que, poco tiempo después de divorciarse del internacional neerlandés en 2012 admitía haberle sido infiel. Aunque afortunadamente superó su cáncer, Sylvie reconoció sentir «un complejo de inferioridad» y temer que su marido «la dejase por otra». Y fue así como se refugió en un anónimo piloto que conoció en un vuelo de Londres a Ámsterdam.
La modelo señaló que nunca estuvo enamorada de él pero que necesitaba hablar y sentir un apoyo que, por lo visto, no encontraba en su marido. Cuando Rafael se enteró, tiempo más tarde, del asunto, todo explotó, montándose un gran escándalo del que se hizo eco buena parte de la prensa holandesa. Y para rematar la jugada, unos meses después del divorcio, el centrocampista empezó una relación con Sabia Engizek, mujer de Khalid Boulahrouz, compañero de selección de Van der Vaart. Pero este capítulo del culebrón queda para otro día…