¿Todavía no conoces a la atractiva esposa del mexicano Héctor Moreno?

 Se llama Irene Martínez, es «empresaria desde los 23 años» y una trotamundos que ha acompañado a su marido a tres países diferentes en los últimos años y que, por supuesto, no se ha perdido el Mundial de Rusia apoyando a la selección de México en la que Héctor Moreno es una pieza fundamental de su defensa. Pasa y conoce a una de las WAGs más exuberantes del Tri.

De Barcelona a San Sebastián… pasando por Holanda e Italia

Cuando te conviertes en WAG de un futbolista de élite debes estar preparada para cambiar de residencia casi sin previo aviso. La vida del futbolista profesional es corta y está plagada de cambios: una temporada aquí y otra allá, siempre tratando de aceptar la mejor oferta aunque ello suponga tener que hacer las maletas e irte a miles de kilómetros de distancia.

Irene Martínez sabe muy bien lo que es no tener una residencia fija, al menos mientras dure la carrera profesional de su marido. En sus 6 años de relación ya han vivido en cuatro ciudades diferentes: Barcelona, Eindhoven, Roma y San Sebastián.

Fue en la ciudad catalana donde Irene y Héctor se conocieron. Por aquel entonces, el central mexicano acababa de llegar al Espanyol procedente del AZ Alkmaar. En el club holandés había cumplido una estadía de de 4 temporadas. Y es que el ex Pumas llegó a la Eriedivisie con solo 20 años tras destacar con los Universitarios y ganarse su billete para tratar de triunfar en el dorado del fútbol europeo.  

Cuando la Liga española le reclamó, Héctor no lo dudó: el idioma y la ciudad contribuyeron a aceptar la oferta del Espanyol, además de competir en una liga en la que ilustres futbolistas mexicanos habían construido su leyenda, caso de Hugo Sánchez o Rafa Márquez. Pero en Barcelona cambió algo más que su trayectoria futbolística, conoció a Irene Martínez, su futura mujer  y madre de su hija Mía.

Aunque no conocemos a qué clase de negocios se dedica la mujer de Héctor, ella se presenta en su cuenta de Instagram, donde cuenta con más de 100.000 seguidores, como «empresaria desde los 23 años: siempre buscando una nueva vida, un nuevo negocio».

El «negocio» que hizo con Héctor, efectivamente, no estuvo nada mal fructificando una relación que les llevó al altar en 2016. Poco después llegaría Mía, la única hija de la pareja hasta el momento.

Pero no tuvieron tiempo de hacer mucha vida en Barcelona, ya que llegó la oferta del PSV para volver a Holanda, donde permanecieron dos años más. Después vino la Roma y casi sin tiempo para hacerse fotos en el Coliseo y la Fontana de Trevi, la Real Sociedad llamó a su puerta. La buena experiencia de Carlos Vela influyó para que Héctor e Irene volvieran a España. A buen seguro que Irene desea que su marido, esta vez, tarde en cambiar de aires.

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